SITUACIÓN DEL TURISMO EN EL CONTEXTO COVID-19 Y PERSPECTIVAS PARA SU REACTIVACIÓN ALGUNAS ESTRATEGIAS PROPOSITIVAS

TOURISM SITUATION IN THE CONTEXT OF COVID-19 AND PERSPECTIVES FOR ITS REACTIVATION SOME PROPOSITIONAL STRATEGIES

SITUAÇÃO DO TURISMO NO CONTEXTO DA COVID-19 E PERSPECTIVAS PARA SUA REATIVAÇÃO ALGUMAS ESTRATÉGIAS PROPOSITIVAS

Mauricio Arturo Becerra Ávila⁴ Autor de correspondencia: mauricio.becerra@uleam.edu.ec

La crisis económica y la pandemia que afectan al mundo han golpeado fuerte al sector del turismo y con ello a miles de ciudadanos que dependían de la actividad. Con el tiempo que ha transcurrido y las experiencias acumuladas se afirma que la única alternativa que tiene el turismo para su recuperación y sostenimiento es coexistir con la pandemia y someterse aplicando las medidas de bioseguridad. El objetivo de este trabajo fue analizar la crisis del turismo pandémico y su efecto social y económico, así como las proyecciones en los años por venir. La investigación es documental, pues se analizaron documentos relacionados con el desarrollo turístico del país, que incluye los boletines que emite el Ministerio de Turismo, datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), Plan Nacional de Turismo 2030, Informes Anuales de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Organización Panamericana de la Salud (OPS), Organización Internacional del Trabajo (OIT), Banco Mundial (BM) y el Ministerio de Salud pública (MSP), entre otros. Los autores consultados están de acuerdo que los efectos de la pandemia se mantendrán por algunos años, con tendencia a hacerse menos fuerte en la medida que el tiempo transcurra y aumente el número de personas inmunizadas. Se concluye que es necesario seguir analizando el comportamiento de la pandemia para poder trazar estrategias que ayuden lo más pronto posible a la recuperación de la economía mundial y en particular del turismo.

The economic crisis and the pandemic that affect the world have hit the tourism sector hard and with it thousands of citizens who depended on the activity. With the time that has elapsed and the accumulated experiences, it is affirmed that the only alternative that tourism has for its recovery and sustainability is to coexist with the pandemic and submit to the application of biosecurity measures. The objective of this work was to analyze the pandemic tourism crisis and its social and economic effect, as well as the projections in the years to come. The research is documentary, since documents related to the tourism development of the country were analyzed, which includes the bulletins issued by the Ministry of Tourism, data from the Ecuadorian Institute of Statistics and Censuses (INEC), National Tourism Plan 2030, Annual Reports of the World Tourism Organization (UNWTO), Pan American Health Organization (PAHO), International Labor Organization (ILO), World Bank (WB) and the Ministry of Public Health (MSP), among others. The authors consulted agree that the effects of the pandemic will continue for some years, with a tendency to become less strong as time passes and the number of people immunized increases. It is concluded that it is necessary to continue analyzing the behavior of the pandemic in order to draw up strategies that help as soon as possible the recovery of the world economy and in particular tourism.

A crise econômica e a pandemia que afetam o mundo atingiram fortemente o setor turístico e com ela milhares de cidadãos que dependiam da atividade. Com o tempo decorrido e as experiências acumuladas, afirma-se que a única alternativa que o turismo tem para a sua recuperação e sustentabilidade é conviver com a pandemia e submeter-se aplicando medidas de biossegurança. O objetivo deste trabalho foi analisar a crise pandêmica do turismo e seus efeitos sociais e econômicos, bem como as projeções para os próximos anos. A pesquisa é documental, uma vez que foram analisados documentos relacionados ao desenvolvimento turístico do país, incluindo os boletins do Ministério do Turismo, dados do Instituto Equatoriano de Estatística e Censos (INEC), Plano Nacional de Turismo 2030, Relatórios Anuais do Turismo Mundial Organização (OMT), Organização Pan-Americana da Saúde (OPAS), Organização Internacional do Trabalho (OIT), Banco Mundial (BM) e Ministério da Saúde Pública (MSP), entre outros. Os autores consultados concordam que os efeitos da pandemia continuarão por alguns anos, com tendência a se tornarem menos fortes com o passar do tempo e com o aumento do número de imunizados. Conclui-se que é necessário seguir analisando o comportamento da pandemia para poder traçar estratégias que ajudem o mais rápido possível à recuperação da economia mundial e em particular do turismo.

Es de conocimiento que el sector más golpeado económicamente en todas sus manifestaciones por la pandemia y la crisis económica es el turismo. Los datos disponibles del barómetro de la Organización Mundial del Turismo (OMT, 2020a) determinan para todo el mundo, un descenso general de la actividad en 22% en el primer trimestre de 2020, habiéndose reducido las llegadas en un 57% en marzo de ese año.

Este comportamiento generó una pérdida a escala global de 67 millones de llegadas de turistas internacionales y alrededor de 80.000 millones de USD en ingresos, en lo que es la mayor crisis de la historia del turismo, que ya está en su segundo año.

Entre enero y mayo de 2020 las llegadas de turistas internacionales fueron 85% inferiores a las de 2019 y 65% inferiores a las de 2021, siendo este el peor de los años, pues el descenso estuvo alrededor de 73% de llegadas en todo el mundo (Organización Mundial del Turismo, 2021).

En el año 2021 el surgimiento de otras variantes de COVID-19 han conllevado al endurecimiento e implantación de nuevas restricciones que han frenado la reactivación esperada del turismo, tanto a nivel nacional como internacional, aun cuando se observa una importante recuperación en sectores estratégicos como la aviación.

Diversos autores no dudan en señalar que los efectos de la recesión tienen repercusión social prácticamente en todos los países del mundo (Arreaza, López & Toledo, 2021; Donza & Poy Piñeiro, 2021; García, 2021), y que por tanto ha afectado entre 100 y 120 millones de plazas de trabajo, de las cuales, muchas están en riesgo. Siendo así, queda claro que la crisis ha tenido un severo impacto desde los niveles más altos de la economía, hasta los más bajos, es decir, a nivel de empresarios y empleados, pero también de aquel conglomerado de personas que ganan su sustento de manera informal, por ejemplo, aquellos que en oportunidades laboran como guías turísticos, o los que alquilan sencillas instalaciones en las distintas playas, los que prestan servicios de transporte y más.

La situación laboral ha movido a las instituciones a ser más objetivas al realizar un análisis que contribuya a tomar decisiones para encontrar y adaptar medidas que posibiliten a sus empresas el paulatino regreso a la normalidad. En esa línea la organización Internacional del Trabajo (OIT, 2021) ha hecho un llamado global a los organismos competentes para que consideren un plan de recuperación centralizado en las personas y las empresas, con la idea de comprometer a los países en general a garantizar que su recuperación económica y social sea francamente inclusiva, sostenible y resiliente.

En sintonía con lo reseñado, se han logrado ciertos acuerdos en la materia, pues el tema del turismo sigue siendo una preocupación, por cuanto esa simbiosis entre el trabajo y el trabajador lo hace un problema global y complejo, especialmente en los países en vías de desarrollo, a los cuales, las soluciones llegan tardíamente en relación a los países desarrollados.

Ante todo este panorama, la solución más viable y oportuna es la vacuna, pues hasta el momento se ha visto que tiene una gran capacidad para recuperar la salud de la población y consecuentemente el andamiaje y el ritmo turístico habitual.

Sobre este tema, Andrés (2019) comenta que 50 años de estudio ha provocado un avance importante en el conocimiento de este tipo de enfermedades, por ejemplo, lo que se ha logrado en Biología Molecular, Genética o la Virología. No obstante, agrega esta autora que aun cuando desde 1987 se ha conseguido identificar virus utilizando técnicas moleculares de clonación, todavía no existe una respuesta concreta al control total del mismo, pero indudablemente, el impacto del conocimiento científico recientemente alcanzado, ayudará a la erradicación de esta enfermedad.

Una situación postpandemia que se debe considerar son las condicionantes del turismo: tiempo y dinero; pues precisamente de ellos depende el sostén de los negocios turísticos formales en los próximos años; por eso la perspectiva del Banco Mundial (2020) deja ver que en los países de bajos ingresos los efectos de la pandemia anularán logros que se habían conseguido en cuanto a la reducción de la pobreza, y que, por tanto, están agravando la inseguridad alimentaria y otros problemas.

Como consecuencia de la pandemia la caída del volumen del comercio mundial de bienes se profundizó hasta mayo de 2020, mes en que se registró una contracción interanual del 17,5%, a medida que un número creciente de países adoptaba acciones de confinamiento y cierre de fronteras (Comisión Económica para América Latina, 2020). Empero, desde junio 2020 se observó una recuperación que coincide con el gradual levantamiento de las restricciones.

La Comisión Económica para América Latina (2020) haciendo un análisis estadístico desde una posición optimista pronosticaba para el año 2020 una caída de 9,2% del volumen del comercio mundial de bienes, menor que la registrada en 2009 durante la crisis financiera mundial que alcanzó una cifra de -13%. Pese a ello, al presente año persiste incertidumbre debido a la aparición de rebrotes de la enfermedad en varios países de Europa y otras regiones del mundo, por lo cual, los encargados de formular políticas en mercados emergentes y economías en desarrollo enfrentan una difícil situación en la que deben mantener el equilibrio, en tanto intentan promover la recuperación, protegiendo la estabilidad de los precios y la sostenibilidad fiscal.

Finalmente, en el informe del Centro de Estudios Para América Latina y el Caribe (2019) sobre el comercio internacional se menciona que la rápida propagación de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) y las medidas drásticas impuestas por los gobiernos de los países latinoamericanos contra la propagación, entre ellas las sanitarias, han afectado al turismo y a todas las operaciones comerciales, haciéndose más difícil la situación cotidiana para los ciudadanos comunes.

La investigación es de tipo documental apoyada en un análisis crítico a partir de la hermenéutica, disciplina que consiste fundamentalmente en la interpretación de los documentos que ayudan a la comprensión de un tópico en particular (Quintana & Hermida, 2019), en este caso el comportamiento del turismo en el contexto de la pandemia del COVID-19. La hermenéutica resulta apropiada en este tipo de trabajos, pues implica la posibilidad de interpretar, detectar nuevas direcciones y extraer conclusiones en horizontes de comprensión más amplios (Arráez, Calles & Moreno de Tovar, 2006).

Con los antecedentes descritos, se analizaron documentos relacionados con la crisis del COVID-19 y con el sector turístico de Ecuador, mismos que incluye boletines del Ministerio de Turismo, datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), Plan Nacional de Turismo 2030, Informes Anuales de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Organización Panamericana de la Salud (OPS), Organización Internacional del Trabajo (OIT), Banco Mundial (BM) y Ministerio de Salud Pública (MSP), entre otros.

Para la descripción del estado de crisis del sector turístico se consideraron indicadores como el volumen de visitantes al país desde los principales mercados emisores de turistas a nivel internacional.

Por su parte, el impacto de la pandemia se analizó teniendo en cuenta la posición del turismo en la economía de Ecuador, destacando la importancia del gasto turístico en el aporte al producto Interno Bruto (PIB), balanza turística, y generación de fuentes de empleo.

La crisis del turismo postpandémico y su efecto social y económico en Ecuador

Por ahora la recuperación del turismo depende de los interesados, los organismos internacionales contribuyen con opiniones y direccionamientos para que los países turísticos o núcleos obtengan una referencia y adopten las recetas adecuadas a las necesidades de cada caso en particular.

La preocupación por evitar la paralización del turismo ha sido un esfuerzo de los empresarios del sector, que han venido sorteando y sometiéndose a las medidas impuestas por los gobiernos para su operación, sin olvidar que pasaron por una etapa de paralización absoluta que duró más de un año, condenando a muchos negocios a cerrar, sobre todo aquellos que se dedican a emprendimientos y servicios.

Los negocios turísticos que lograron superar esa etapa de tragedia con restricciones de movilidad, impedimento de reuniones, toque de queda, aforos limitados, y otros condicionamientos, hicieron un gigantesco esfuerzo y sacrificio en harás de la salud de la población. Ante ello se debe reconocer, que, gracias a las medidas implementadas por el Estado ecuatoriano, el sector turístico fue ampliamente controlado en sus funciones, justamente porque las actividades que este comprende, en la mayoría de las veces, implica acercamiento y aglomeración de personas, siendo esta, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2019) una de las vías en que el virus se propaga más fácilmente.

Los empresarios tuvieron que tomar decisiones muy drásticas para la sobrevivencia de la inversión y de sus negocios, implementando medidas en el escenario pandémico que permitieran atenuar la espera del control de la crisis.

En el 2020 las medidas económicas que se aplicaron en Ecuador se orientaron al sostén de la economía, más no en favor del ciudadano; la decisión obedeció a un plan para restructurar su deuda externa, con el compromiso de los organismos crediticios internacionales de recibir préstamos que le permitieron al país la reactivación de su economía, proteger la dolarización y generar empleos, todo como puntales para fortalecer el aparato productivo nacional.

En el mismo orden de ideas se emitió un decreto de emergencia que permitió la desvinculación de muchos trabajadores de las empresas, o bien, la aplicación de otra alternativa consensuada entre las partes, o sea, empleados y empleadores.

El hecho de dar prioridad a la economía, contribuyó, conforme a lo que reseña el Instituto Nacional de Estadística y Censo (2021) para que entre mayo y junio de 2021 el 86,7% de la población contará con un trabajo estable. Este resultado permitió pensar que el turismo nacional interno tendría oportunidad de generar y recibir excursionistas y turistas aun en medio de la aplicación de reformas en la Ley de Trabajo, en tres ámbitos a saber: creación de un nuevo contrato especial, reducción excepcional de la jornada laboral y la administración de las vacaciones que contempla el proyecto de Ley de Apoyo Humanitario formulado en el contexto de la emergencia causada por el COVID-19.

Adicionalmente, desde el 2020 se realizaron acuerdos entre los trabajadores y empleadores para modificar la condición laboral, a fin de preservar los empleos y la estabilidad (Almeida, 2020).

Con estos datos cabría imaginarse el panorama de la economía ecuatoriana y las oportunidades que de cara al tiempo por venir tiene el turismo, a pesar que antes de la pandemia esta actividad económica no tenía realmente una posición tan significativa en el aporte al PIB, pues según el Ministerio de Turismo (2019), en el 2019 este sector registró ingresos por divisas en un monto de 2.288 millones de dólares, siendo notablemente inferior en el año 2020, en el cual apenas se alcanzó la cifra de 705 millones de dólares americanos.

Sobre las propuestas oficiales frente a la pandemia, en junio de 2020 el Ministerio de Turismo (2020a) manifestó que en esta crisis hay que explotar el turismo rural, de naturaleza, de aventura, es decir, el turismo vivencial como las mejores opciones para atraer turistas nacionales y extranjeros, especialmente, una vez superada la emergencia sanitaria que atraviesa el mundo, de la cual, todavía se desconoce su fin.

En realidad, no se habla de una erradicación del virus, más bien de cuándo dejará de ser pandemia, o sea, que no va a desaparecer; por ello, la gente tendrá que resignarse y aprender a convivir con él, pues hasta marzo del presente año solo 14 países o territorios de todo el mundo habían declarado estar libres de COVID-19, y de ellos, 12 son islas en el Pacífico o Atlántico que cerraron sus espacios para poder evitar la propagación del virus (British Broadcasting Corporation, 2021).

Ante lo descrito, resulta un tanto difícil establecer una proyección sencilla que permita ver el avance de la vacunación en el mundo (Organización Mundial de la Salud, 2021), pues hay una brecha grande entre los países pobres y los países ricos. Aunque para el caso del Ecuador, el tema de la vacunación ha resultado ser exitoso y de un avance muy rápido (figura 1), de modo que se ve como una importante solución, no sólo a la salud, sino a todo el sistema económico nacional.

Se espera, por tanto, que, en los meses finales de este año, así como en los primeros meses del venidero 2022, la economía nacional y de la mayor parte de los países que han avanzado en el proceso de inoculación vean como un hecho cierto la reactivación de las actividades económicas, entre ellas el turismo, y consecuentemente el transporte terrestre y aéreo, pero también los servicios de gastronomía y hospedaje en los principales destinos turísticos.

Figura 1. Gráfico del comportamiento de las cifras de personas vacunadas contra el COVID-19 en la República del Ecuador.

Ante el tiempo que resta para superar por completo la situación y lograr la reactivación efectiva del turismo hay diferentes perspectivas y posturas, unos piensan que en el caso de Ecuador será pronto, otros más escépticos piensan que todavía es prematuro para hablar de fechas.

Varios autores coinciden en que los efectos de la pandemia durarán por varios años, tendiendo a minimizarse con el transcurrir del tiempo y con incremento del número de individuos inoculados. Por ejemplo, Bringel (2020) describe que ya se dibujan tres escenarios post-pandemia en disputa, ellos son: el de la recuperación, el del crecimiento económico y el de la adaptación; mientras Peñaranda Molina (2020) sostiene que la respuesta no es nada clara porque hay múltiples aspectos en juego que no hay forma de decir con exactitud cuándo acabará la situación de pandemia.

Entre tanto, en el ranking de llegadas migratorias al país en el tiempo actual, el Ministerio de Turismo (2020b) señala que los turistas mayormente provienen de los siguientes países: Estados Unidos de Norte América, Colombia, Perú, España, Canadá, Chile, Venezuela, México, Alemania y Argentina; sin embargo, en el caso de Estados Unidos de Norte América, está recibiendo una cantidad de turistas ecuatorianos, de modo que, Ecuador se ha convertido en un país emisor, entre las razones destaca el avance en la vacunación en ambos países, lo cual le imprime mayor confianza y seguridad a los viajeros.

En el mismo sentido, el resto de países sudamericanos comparten, en el marco de esa crisis, iguales vicisitudes que Ecuador; entonces cabría preguntarse: ¿Qué turistas están consumiendo el Ecuador turístico? Las estadísticas indican que en efecto, son principalmente los turistas nacionales y excursionistas con buenas capacidades de gasto o endeudamiento, lo cual, quiere decir que el turismo social en estos momentos no tiene espacio de acción, excepto cuando altos volúmenes de personas de manera ocasional visitan una playa local, un parque cercano a sus residencias, o bien, realizan caminatas y actividades de senderismo por áreas naturales.

En cuanto a la llegada de turistas internacionales al país las cifras se muestran bajas en comparación al periodo prepandémico, mientras tanto, las líneas aéreas siguen anhelando salir de esa situación y diseñan afanosamente diversas estrategias para superar las pérdidas que se mostraron con más fuerza durante los meses en que la crisis sanitaria se posicionaba en pleno auge, tal como lo deja ver la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (2020) (IATA, por sus siglas en inglés) en el comunicado número 29 que señalaba una pérdida de 314.000 millones de dólares durante el 2020, año en el que algunas líneas aéreas que operan en el país se declararon económicamente en quiebra, entre ellas, Tame, Avianca y Latam.

Escenario similar se vive en cuanto al ingreso de turistas por vía marítima, pues desde finales del año 2019 no se ha registrado el número de arribo de cruceros que históricamente llega al puerto de Manta, dejando sentir sus efectos en el turismo. Así, la Autoridad Portuaria de Manta (2020) ha reportado que:

Cada año, llegan al Puerto de Manta alrededor de 20.000 visitantes entre pasajeros cruceristas y tripulantes de distintos lugares del mundo; principalmente desde Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido. La reducción del número de pasajeros y tripulantes en el primer semestre del año, respecto de los años anteriores responde a la afectación en el transito marítimo de cruceros, debido a la pandemia COVID1. Para este año el Puerto de Manta tenía planeado recibir 22 buques crucecitas con más 30.000 visitantes entre tripulantes y pasajeros; actividad que ha tenido que suspenderse como medida para prevenir la propagación del virus (p.4).

Pese a los señalado, durante el transcurso del año 2021 se ha notado una regularización de las frecuencias aéreas, obviamente con la implementación de distintas medidas de bioseguridad como mecanismo de control para salvaguardar la seguridad de los viajeros y rescatar la confianza, esto, porque es del conocimiento que el virus tiene la probabilidad de propagarse a través del transporte aéreo, como en efecto ocurrió en Ecuador, cuando en marzo de 2020 ingresaron pasajeros contagiados por vía aérea, procedentes en vuelos desde España y Suecia (Ministerio de Salud Pública, 2020).

La pandemia, como era de esperar, ha impactado fuertemente al sector hotelero nacional, fundamentalmente a aquellos establecimientos de primera categoría, quienes aún trabajan con un esquema forzado que sigue frenando su crecimiento, a la par con el reto de afrontar el aumento de los costos operativos y las inversiones en marketing para atraer a las pocas personas que están llegando a la nación. Frente a ello, han tenido también que diseñar estrategias promocionales y ofertar el arriendo de habitaciones a bajo costo, por espacios de tiempo prolongado, asumiendo el rol que muchas personas hacen al rentar habitaciones en sus casas de residencia. A la fecha, se reporta aproximadamente una ocupación hotelera nacional que sólo alcanza el 40% de la capacidad.

Respecto a los establecimientos que ofrecen servicios gastronómicos puede decirse que su situación financiera ha sido mucho mejor en el 2021 respecto al 2020, lo cual se debe a que la alimentación es una acción vital, y obviamente, las personas, aun en las condiciones más difíciles deben cumplir con esa necesidad.

Por otra parte, se nota que la organización de excursiones y paseos se está retomando y con ello generando rentabilidad para el sector turístico, que como ya se ha indicado, ha resultado severamente golpeado por la crisis derivada de la pandemia.

En cuanto a los negocios que expenden bebidas alcohólicas y prestan servicios de diversión, las disposiciones de salubridad no han dado la apertura total a los usuarios, pues las autoridades competentes han sido muy cuidadosas para mantener a raya la propagación del virus. Este hecho ha repercutido negativamente en gran medida a la masa trabajadora de este segmento, pues muchos trabajadores de este tipo de establecimientos han quedado sin empleo, y en otros casos, trabajan por jornadas reducidas, recibiendo así, ingresos económicos en menores cuantías.

Lo prescrito, sólo es una antesala de lo que está ocurriendo en el turismo. De tal manera que es arriesgado hacer predicciones ajustadas. En todo caso, es necesario proyectar la imaginación y vislumbrar cómo será el futuro de esta actividad que engloba servicios de transporte, recreación, alimentación, hospedaje y muchos más. Así, a decir de del secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en todo el continente europeo, la reactivación responsable del turismo ya está en marcha. No obstante, pese al número creciente de turistas que cruzan las fronteras y la reapertura de las empresas, no es momento para la complacencia (Caribbean News Digital, 2021).

... el sector turístico está debatiendo en estos momentos sobre qué tipo de turismo queremos recibir a partir de ahora. ¿Queremos volver a colapsar nuestras playas y destinos urbanos? ¿Necesitamos volver a los números previos a la crisis y superar los 80 millones de turistas? Cada vez son más voces las que se alzan en contra. Esas voces señalan que necesitamos dirigirnos a un turismo más rentable y sustentar este nuevo crecimiento en pilares como la sostenibilidad y la digitalización (p.3).

La única alternativa que hoy tiene el turismo para su sostenimiento es mimetizarse y convivir con la pandemia.

El turismo como actividad económica debe someterse a las disposiciones de bioseguridad, hoy por el COVID-19, mañana probablemente por otra catástrofe.

Los efectos de la crisis económica generarán un turismo de elite, las fronteras y el éxodo de migrantes serán más controladas que antes, esto debido a la experiencia alcanzada en cuanto al manejo de esta pandemia.

Queda demostrado que la distancia no es un impedimento para el desplazamiento de masas; y que las necesidades de alimentos preparados, entre ellas las cadenas de alimento rápido crecerá, sobre todo se verá fortalecido en las ciudades más pobladas.

A los efectos de hacer viajes y actividades turísticas, el pasaporte tendrá en adelante un complemento, es decir, el certificado de vacunación. Aun cuando determinados países pudieran demandar otros requisitos, lo único seguro es que la actividad económica y turística no desaparecerá, se mantendrá en la lucha por restablecerse hasta alcanzar nuevamente su consolidación.

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1Luis Reinaldo Reyes Chávez luis.reyes@uleam.edu.ec https://orcid.org/ 0000-0003-0094-0070 Docente Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí

2Blanca Alicia Trueba Macías blanca.trueba@uleam.edu.ec https://orcid.org/0000-0002-4751-2850 Docente Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí

3 Marco Edmundo Durán Vasco marco.duran@uleam.edu.ec https://orcid.org/0000-0003-1178-2418 Docente Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí

4 Mauricio Arturo Becerra Ávila mauricio.becerra@uleam.edu.ec https://orcid.org/0000-0002-3826-2626 Docente Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí